
El intelectual comprometido con la militancia política se terminó en los setenta. Es así como los intelectuales -principalmente ligado a las universidades- luego de los 80 y el menemismo toman siempre distancia de los problemas políticos y sociales.
El intelectual tipo puede ser Martín Caparrós. La postura de análisis de los conflictos siempre es la postura "iluminada", de pararse por encima del problema y siempre encontrar alguna diferencia. Esa diferencia -o crítica- es lo que permite tener un análisis mucho más profundo. No está bien visto por la comunidad académica no tener críticas negativas. Esa crítica le permite diferenciar al negro -el hombre masa, la gilada motivada por algún vicio de la política- de las libres voluntades pensantes.
La crítica hacia un gobierno o hacia la política no está mal, lo que está mal es ser un pelotudo como Caparrós que cuando le preguntan "por qué estás en desacuerdo con el gobierno" no sabe responder. Esto es lo que está mal, y lo que determina que todo el pensamiento ilustrado, consensuado, meditado, racional y políticamente correcto es de una imbecilidad sin igual. Es bueno tener críticas, pero al menos tienen que ser coherentes.
La crítica por que sí, es lo que muchos llaman pensamiento critico. Y siempre, para tener un pensamiento intelectual y racional, la crítica debe ser negativa. Desde esta lógica, siempre tenés que encontrar algún aspecto negativo de la cuestión, sino lo hacés, estás predestinado a no ser un alma iluminada por el pensamiento crítico.
Eso sí, el pensamiento crítico se hace viendo a los pobres por la tele y disfrutando de los beneficios de ser clase media.
¡¡ Qué imbecilidad !!
El intelectual tipo puede ser Martín Caparrós. La postura de análisis de los conflictos siempre es la postura "iluminada", de pararse por encima del problema y siempre encontrar alguna diferencia. Esa diferencia -o crítica- es lo que permite tener un análisis mucho más profundo. No está bien visto por la comunidad académica no tener críticas negativas. Esa crítica le permite diferenciar al negro -el hombre masa, la gilada motivada por algún vicio de la política- de las libres voluntades pensantes.
La crítica hacia un gobierno o hacia la política no está mal, lo que está mal es ser un pelotudo como Caparrós que cuando le preguntan "por qué estás en desacuerdo con el gobierno" no sabe responder. Esto es lo que está mal, y lo que determina que todo el pensamiento ilustrado, consensuado, meditado, racional y políticamente correcto es de una imbecilidad sin igual. Es bueno tener críticas, pero al menos tienen que ser coherentes.
La crítica por que sí, es lo que muchos llaman pensamiento critico. Y siempre, para tener un pensamiento intelectual y racional, la crítica debe ser negativa. Desde esta lógica, siempre tenés que encontrar algún aspecto negativo de la cuestión, sino lo hacés, estás predestinado a no ser un alma iluminada por el pensamiento crítico.
Eso sí, el pensamiento crítico se hace viendo a los pobres por la tele y disfrutando de los beneficios de ser clase media.
¡¡ Qué imbecilidad !!