La inflación y los aumentos de los precios son vox populi en los noticieros en la actualidad. Hay una lógica oculta en el aumento de precios en los seguros, que los noticieros no la difunden.
En la época del menemismo, se declaró la ley 24.557 de Riesgos del trabajo dándole a las aseguradoras un negocio formidable. Para dar una idea, el negocio de los seguros patrimoniales es dinámico y los resultados muchas veces son negativos, a excepción de los contrato de ART que siempre brinda ganancias tanto en la parte del seguro mismo (diferencia entre cobrado y pagado) como en la parte financiera (compra y venta de bonos, plazos fijos, etc.).
La ley de Riesgos de trabajo establece sumas fijas por accidentes y enfermedades profesionales. Es decir, una persona que sufre una incapacidad recibe un renta fija por tal accidente, sin tener asignaciones familiares, inflación, etc. Y el caso es similar cuando el trabajador muere -no importa mantenía a 20 hijos o sino mantenía a ninguno-.
Hace unos años, durante el gobierno de Néstor Kirchner, una familia llegó a la corte suprema y logro que la ley se declarara inconstitucional. Esto ocasionó que el empleador pagara una diferencia entre las sumas que abonó la ART y lo que la corte declaró como suma a indemnizar por el accidente.
Desde ese entonces, el ministro de trabajo Carlos Tomada estuvo mirando detenidamente el tema tratando de cambiar esta ley injusta que es propia de la lógica neoliberal y la flexibilización laboral de los 90. Este cambio, por lo que se comenta, repercute enormemente en las aseguradoras ya que les quitaría el negocio a las ART.
El miedo de las aseguradoras creció aún más cuando el gobierno de Cristina Kirchner le quitó el negocio a las AFJP.
Las compañías de seguros están más cagadas que nunca, y suben costos muchas veces sin lógica ecónomica e invaden al cliente con comunicados gorilas como este:
En la época del menemismo, se declaró la ley 24.557 de Riesgos del trabajo dándole a las aseguradoras un negocio formidable. Para dar una idea, el negocio de los seguros patrimoniales es dinámico y los resultados muchas veces son negativos, a excepción de los contrato de ART que siempre brinda ganancias tanto en la parte del seguro mismo (diferencia entre cobrado y pagado) como en la parte financiera (compra y venta de bonos, plazos fijos, etc.).
La ley de Riesgos de trabajo establece sumas fijas por accidentes y enfermedades profesionales. Es decir, una persona que sufre una incapacidad recibe un renta fija por tal accidente, sin tener asignaciones familiares, inflación, etc. Y el caso es similar cuando el trabajador muere -no importa mantenía a 20 hijos o sino mantenía a ninguno-.
Hace unos años, durante el gobierno de Néstor Kirchner, una familia llegó a la corte suprema y logro que la ley se declarara inconstitucional. Esto ocasionó que el empleador pagara una diferencia entre las sumas que abonó la ART y lo que la corte declaró como suma a indemnizar por el accidente.
Desde ese entonces, el ministro de trabajo Carlos Tomada estuvo mirando detenidamente el tema tratando de cambiar esta ley injusta que es propia de la lógica neoliberal y la flexibilización laboral de los 90. Este cambio, por lo que se comenta, repercute enormemente en las aseguradoras ya que les quitaría el negocio a las ART.
El miedo de las aseguradoras creció aún más cuando el gobierno de Cristina Kirchner le quitó el negocio a las AFJP.
Las compañías de seguros están más cagadas que nunca, y suben costos muchas veces sin lógica ecónomica e invaden al cliente con comunicados gorilas como este:
2 comentarios:
muy interesante goridtero
saludos,
Carlos
gracias Carlos.
Un abrazo y gracias por comentar,
Publicar un comentario